La renovación del patrimonio del Palacio Municipal de General Pueyrredón

La construcción cuenta con una historia de aspiraciones italianas: en 1938 fue el arquitecto Alejandro Bustillo quien la diseñó basándose en el Palazzo Vechio de Florencia.

La construcción cuenta con una historia de aspiraciones italianas: en 1938 fue el arquitecto Alejandro Bustillo quien la diseñó basándose en el Palazzo Vechio de Florencia. En la ciudad de Mar del Plata, Argentina, se concursó por la Intervención Patrimonial para el Palacio Municipal de General Pueyrredón, dejando a cargo de la renovación a Ballesteros Arquitectos, junto con Infante Liranzo y Ferrando-Goyos-Martirena de FGM Arquitectos.

Actualmente, el proyecto contempla la renovación de acuerdo al nuevo plan de paisaje urbano del centro cívico marplatense que plantea una descentralización de los organismos municipales. De acuerdo a este lineamiento, se espera poder crear espacios destinados a la cultura, donde se puedan dar exposiciones de arte, cine y teatro a la vez de espacios educativos donde se promueva tanto la creatividad como la investigación.

La propuesta hace foco en la conformación de una espacialidad integrada como un gran contenedor donde se favorezca un ámbito de circulación de diversas actividades. La red de edificios públicos a nivel cero está compuesta por la Diagonal Juan Bautista Alberdi, la plazoleta Jorge Luis Borges y la Plaza San Martín.

La restauración incluye la creación de rampas y puentes que habiliten una circulación fluida entre las edificaciones y que de una pauta de permeabilidad y de una estructura integral. Además se recuperará el hall central y la altura para destinarlos como los lugares centrales de la construcción, que también tendrá la función del ingreso de la luz cenital. Así, el patio del Palacio Bustillo cobrará una nueva imagen donde se llevarán a cabo muestras de esculturas.

En cuanto al diseño, se optó por una complementariedad entre el estilo del Edificio Bustillo con el estilo arquitectónico moderno de manera tal de preservar el valor patrimonial de la construcción. Respecto a los otros edificios del circuito de funciones municipales, en la plazoleta Borges se decidió el reciclaje de las piezas de hormigón en un sistema de tabiquerías de montaje, mientras que en los otros se desmontarán las fachadas pero se preservará la estructura.

Se confeccionará una calle que comunique la Plaza San Martín, donde también se ensancharán las veredas para dar lugar a las actividades del Centro Cultural. Además, se proyecta la construcción de un escenario similar a un anfiteatro que no perjudique a la estructura del parque pero que apoye la nueva impronta cultural que se le imprime. De esta manera, se plantea un circuito de edificios públicos que democratice el espacio destinado a actividades de interés sobre diversas áreas y promueva una mejor difusión cultural en la sociedad.