House Lucerna, estilo en la costa atlántica

La propiedad está situada en La Caleta, un barrio de la costa atlántica a 25 kilómetros al norte de la ciudad de Mar del Plata.

La premisa fue tomar ventaja de la relación con un entorno privilegiado, por lo que lo visual se convierte en el principal objetivo del proyecto. La moderna House Lucerna estuvo a cargo de la firma de arquitectos Moirë. Uno de los requisitos principales definidos por el estudio fue cómo el paisaje se percibe desde la casa y cómo se ve desde el parque.

Con el fin de satisfacer las necesidades de una familia joven que crecerá con el paso del tiempo, la casa fue diseñada para ser construida en dos pisos. Los espacios de la casa fueron diseñados de manera de que la planta baja (primer piso), opere de forma independiente de su crecimiento futuro. De este modo, los trabajos de ampliación no deben perturbar la vida de los propietarios. El segundo piso fue construido a través del financiamiento de un crédito nacional.

A partir de estas premisas, la construcción está formada por dos prismas rectangulares superpuestos, creando un tipo de "L", así se logra maximizar el paisaje verde y aprovechar la luz solar en las zonas comunes de la casa. El primer piso se compone de las áreas sociales de la casa: sala, cocina, y comedor, todos con conexión directa al parque a través de grandes ventanas y huecos entre la casa y el jardín. Un ejemplo de esto es la galería que asegura la continuidad entre la cocina, la zona de la parrilla y el parque. También tiene un cuarto de baño, un lavadero y un dormitorio que luego se convierte en un estudio.

En el segundo piso, se añade un prisma rectangular transversal. Tiene un cuarto de baño, dos dormitorios y la escalera que conecta la planta baja por un pasillo acristalado. La intersección de los dos volúmenes genera un acceso y estacionamiento cubierto para dos coches, y una terraza sobre el sector social.

La profundidad de la fachada permite el control de la luz solar en cada habitación, el filtrado y restricción en las fachadas más expuestas (noreste y noroeste), y permite el acceso a las fachadas sureste y suroeste. Las diferentes ventanas, planos o profundidades muestran el espesor de la fachada y generan imágenes que enmarcan el paisaje desde el interior. Este efecto se acentúa por el contraste entre la profundidad de la pared blanca y la carpintería negra.