Evitar el deslumbramiento y la luz dispersa

El deslumbramiento interfiere significativamente con tareas visuales y un entorno agradable.

El deslumbramiento directo proviene de luminarias, mientras que los reflejos indirectos se originan en las reflexiones sobre las superficies. 

En concreto, los accesorios con ángulos de haz ancho y ángulos de haz que no se definen de forma precisa, provocan situaciones de deslumbramiento críticos. 

En esta situación, varios haces pequeños podrían llevar a un mucho mayor confort visual. Además, las distribuciones de iluminación precisas sin luz dispersa son esenciales para minimizar el deslumbramiento. Por ejemplo, en la iluminación al aire libre, el efecto negativo de la luz dispersa se hace evidente cuando las estrellas no pueden verse en la oscuridad del cielo.

La segunda forma de resplandor, el tipo indirecto, se produce cuando la luz es reflejada por las superficies brillantes, como las pantallas de computadora o imágenes brillantes en las paredes. Un diseño de luminaria bien diseñado, con posiciones y direcciones de aparatos adecuados evitan el deslumbramiento indirecto.