La iluminación de obras de arte - Parte II

En esta segunda parte, Laszlo analiza de que otras formas debe ser preservada una obra de arte pictórica.

En la nota anterior, habíamos visto algunos de los principales causantes de degradación en una obra de arte pictórica contenidos en las fuentes de luz utilizadas para la iluminación artificial. Ya que se menciona la luz artificial, será bueno recordar que la luz natural es muchísimo más dañina que cualquiera de las fuentes de luz artificial. Las proporciones aproximadas son: 20 veces más dañina que una lámpara incandescente y 10 veces más que una fluorescente.

Veamos en esta segunda parte, de que otra forma se debe preservar una obra de arte pictórica. Habida cuenta de que la luz artificial es casi imprescindible en un museo para la apreciación de una pintura y sabiendo ya lo nociva que esta puede ser, es casi intuitivo pensar que una forma sería limitar el tiempo de iluminación que recibe la obra.

Esto que parece extraño y poco realizable, no lo es tanto y de hecho se practica en la gran mayoría de las salas de arte del mundo.


Dijimos en la nota anterior que los expertos pueden determinar con gran precisión las posibilidades de supervivencia de una determinada obra a partir de las características de los materiales utilizados en su realización. De la misma manera, ellos pueden determinar cuantos "LUX" podrá resistir dicha obra hasta que llegue el momento de retirarla definitivamente de la exhibición pública.

Tratemos de entender un poco el concepto de LUX/HORA, una forma de medir la exposición de un objeto a la luz..

Ante todo, se deberá recordar que LUX es la unidad de ILUMINACIÓN o ILUMINANCIA, que es el nivel de iluminación medido sobre una determinada superficie, en este caso vertical.

En principio, el experto determinará con que cantidad de LUX de iluminación recibidos, una pintura puede llegar a un deterioro límite. Por ejemplo, hay obras que llegan a este límite luego de ser expuestas a 90.000.000 de lux! Aquí el lector se preguntará, quien va a iluminar una obra de arte con semejante nivel de iluminación! Obviamente que nadie...de una sola vez, pero sí a lo largo del tiempo. Por ejemplo: un cuadro realizado con materiales de aceptable calidad podrá resistir esos 90.000.000 de lux durante una hora (LUX/HORA); pero si esa obra es exhibida durante 8 horas diarias e iluminada con solo 500 lux, (iluminación normal de una oficina) las perspectivas de supervivencia de nuestro ejemplar serán: 90.000.000 / 500 / 8 = 22.500 días / 365 días del año = ~ 62 años!

Esto significa que al cabo de 62 años la obra deberá ser retirada de la exhibición, lo cual es una triste perspectiva para nuestra cultura y la de nuestros sucesores!.

Quedaría más claro ahora el concepto de LUX/HORA.


Ahora bien, como esto fue solo un ejemplo con una alternativa exagerada, (por el nivel de iluminación adoptado) veamos cuan simple es extender en el tiempo la vida de esa obra utilizando los lux/hora.

Si en lugar de 500 lux iluminamos esa obra con 150 lux, - nivel de iluminación vertical más que suficiente para apreciar una pintura - la misma podría llegar a sobrevivir: 90.000.000 / 150 / 8 / 365 = 205 años! ...Obviamente, las perspectivas de preservación son más optimistas! En general, las obras no se exhiben todos los días del año, con lo cual su vida útil se prolonga cosiderablemente.

De todos modos, también habrá que decir que, si bien el ejemplo de 90.000.000 lux no es de máxima, tampoco lo es de mínima; hay obras que con 150.000 lux pueden llegara sufrir serio deterioro, sobre todo en materia de saturación de los colores.

Una tabla general aceptable de los lux/hora para obras expuestas a razón de 8 horas diarias sería:







Estos valores son tan solo una guía de aplicación para un termino medio de las obras de arte; el curador del museo o galería de arte es quién sabe con exactitud los niveles de iluminación más adecuados para cada una de las obras en exposición. También es el responsable, entre otras cosas, de la conservación de las obras en este sentido. En la gran mayoría de los museos y galerías de arte, cada obra cuenta con "su libro", en el cual el curador registra diariamente todo lo acontecido a esa pieza en particular, entre lo que se cuenta las horas que tuvo de exposición a la luz artificial y el nivel de iluminación registrado.

Es fácil comprender ahora el porque de la prohibición del uso del "flash" en los museos; la intensa luz de este iluminador acabaría muy pronto con una obra de arte.

Continuará...


Carlos Laszlo

Luminotécnico con más de 40 años de experiencia en la iluminación arquitectóninca
Titular de “Carlos Laszlo Lighting Design & Asoc.”
Consultora Luminotécnica

www.Laszlo.com.ar


Autor: Carlos Laszlo